Dicho y hecho, 12 personas fuimos a ver PUZ/ZLE de Sidi Larbi Cherkaoui la semana pasada. Una buena troupe:
- 2 personas fueron al estreno, el lunes 15 de julio
- y otras 10 personas fuimos el martes 16 de julio (6 estábamos juntos en la penúltima fila central, y los otros 4 repartidos por todas partes)
De hecho, para nada estábamos solos. Una vez nos sentamos, no quedaba ni un solo asiento libre en todo el Teatre Grec. Da gusto ver los teatros llenos a rebosar de gente. Creo que nunca había visto el Grec con tantísima gente. De hecho por eso se retrasó. Las filas son muy incómodas (el sitio es precioso, pero los asientos incomodísimos, y como tenga que pasar alguien cuando ya estás sentado apenas te puedes apartar…). Mi consejo es o bajar de los primeros y ponerse en un lugar lejos de las puntas de la fila, o ponerse en la punta, y esperar a que todo el mundo pase. Si alguien lleva a una persona mayor, las escaleras son muy empinadas e incómodas, así que lo que mejor puede hacer es comprar asientos de la última fila central. Se ve muy bien, y evitará que la persona mayor lo pase mal al abandonar el recinto. Debida a tanta incomodidad, es complicadísimo lograr que todo el mundo se pueda sentar en poco tiempo. No se da abasto. Creo que el retraso en el inicio de la obra era porque aún había gente que tenía que sentarse. En lugar de empezar a las 22.00 empezó a las 22.25. Para un martes, eso es mucho.
Ah, antes es fantástico tomarse en el jardín virutas de jamón y una bebida, o bocadillos fríos o calientes. Como comenté en mi post anterior el jardín es muy bonito, y es muy agradable estar allí. Recomiendo llegar pronto sobre las 8.00 pm para poder así disponer de mesa y asientos para cenar algo.
Yo creo que para todos nosotros fue interesante ir a ver este espectáculo PUZ/ZLE, aunque sí es cierto que los 100 minutos de la obra que en teoría empezaba a las 22.00, a los que tuvimos que añadir un retraso en su inicio de unos 25 minutos en un día entre semana, provocó que se nos hiciera un poco largo.
De hecho, aunque adoro los trabajos de Sidi Larbi Cherkaoui, yo con 3 escenas menos me hubiera quedado con ganas de más (que es como creo que es ideal salir de un espectáculo, ¡hay que volver otro día a por más!), y, los que nos movemos en transporte público lo hubiésemos tenido más fácil (encontrar taxi de vuelta fue una odisea… optamos por bajar caminando a Av. Paral.lel y allí probar suerte, y aún así 4 nos tuvimos que subir en el mismo taxi para salir de esa zona… pero, sarna con gusto no pica, habíamos ido a ver la compañía de Sidi Larbi Cherkaoui 😉 ).
Como tampoco leo demasiado antes de ir a ver algo para que nadie me arrebate el «factor sorpresa», me llamó mucho la atención lo siguiente:
- ¡Que no estuviera Sidi Larbi Cherkaoui bailando! Cuando en DUNAS con María Pagés protagonizó un super-dúo todo el tiempo, hasta hizo de adorable «cuenta cuentos» con proyecciones de sombras a partir de dibujos sobre arena que él mismo hacía… y lo mismo com Akram Khan en ZERO DEGREES con quién bailó todo el tiempo… Me pasé todo el espectáculo esperando el momento de aparición Sidi Larbi… pero no llegó.
- Que la aparición del «hombre blanco» (¿simulando al «hombre nuevo»?) no marcara el final de la obra.
La verdad es que tanto DUNAS como ZERO DEGREES fueron obras tan excepcionales, y que me impactaron tanto, que igualarlas es muy complicado. PUZ/ZLE para mi ha estado muy bien, pero si tengo que elegir entre por ejemplo PUZ/ZLE y DUNAS, me quedo con DUNAS. Sin embargo sí que quiero destacar dos momentos de PUZ/ZLE. Me emocioné mucho en PUZ/ZLE cuando uno de los bailarines se quedaba totalmente solo y con las piedras intentaba expresar su dolor y rabia. Otro momento que también me dejó alucinada fue cuando apareció lo que para mi era un «monje shaolin» que ni siquiera iba vestido como tal, haciendo magia.
A nivel musical, disfrutamos de voces e instrumentos maravillosos, procedentes de Córcega (el grupo polifónico corso A Filetta), Japón (el percusionista y flautista Kazunari Abe) y Líbano (la cantante libanesa Fadia Tomb El-Hage). Y… es muy curioso, verano, aire libre, grillos… pues no sé cómo lo hacen, pero los grillos del Teatre Grec en cuanto empieza un espectáculo tienen clarísimo que les toca guardar silencio y lo hacen. Se puede bien decir que la naturaleza es sabia.

Imagen de los músicos y bailarines de PUZ/ZLE arrodillados sujetando el elemento central de la obra: la piedra. Fotografía de J.L. Fernández.
Os dejo aquí un vídeo de 5 minutos en el que Sidi Larbi Cherkaoui explica en inglés cómo el lugar donde estrenó esta obra en Avignon (la Carrière de Boulbon de Avignon, también una cantera de piedras), le inspiró. En otros espectáculos los elementos centrales han sido la madera, el aluminio, papel y tinta, y aquí se centra en la piedra. Contrapone la «vida» en las piedras o a través de la piedras a la «ausencia de vida» en nuestros cuerpos. Cherkaoui reflexiona que todo lo que sabemos de nuestros antepasados nos ha llegado a nosotros a través de alguna forma de arte (dibujos, cerámica, literatura, arquitectura…). En este sentido las piedras nos hablan de nuestro pasado.
Y bueno, os invito a que dejéis por escrito lo que os pareció el espectáculo.
Yo seguiré siendo una incondicional seguidora de Sidi Larbi Cherkaoui.
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